Desde el punto de vista físico, escuchar música a través de un iPod o
del teléfono móvil nos puede acercar a los demás, ya que reduce el área que
ocupa nuestro espacio personal, es decir, la distancia que mantenemos entre
nosotros y los demás para sentirnos "cómodos". Según un reciente
estudio de la Universidad de Londres (Reino Unido) publicado en la revista PLoS
One. Para comprobarlo, los investigadores les pidieron a los participantes que
caminaran hacia un experimentador desconocido para ellos hasta el momento en
que se sintieran incómodos por la cercanía. En otro grupo, era el experimentador
quien caminaba hacia los participantes y estos debían pedirle que se detuviera
cuando consideraran que estaba demasiado cerca. La prueba se repitió en
absoluto silencio y escuchando música transmitida a través de altavoces o de
los auriculares de un reproductor mp3.
Así comprobaron que la música con una carga emocional
positiva transmitida a través de los audífonos tenía el curioso efecto de
empequeñecer el concepto de los sujetos de su espacio personal, de tal
forma que estos dejaban que una persona extraña se acercara mucho más que
quienes escuchaban la misma música transmitida mediante altavoces.
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