Arqueólogos
israelíes afirman haber hallado el lugar donde descansaron los restos del rey
Herodes.
Herodes, el
Grande, fue quien ordenó la matanza de niños menores de dos años para
asegurarse de la muerte de Jesús. Según narra el Evangelio de San Mateo,
Herodes el Grande, rey de Judea, Galilea, Samaria y otros territorios, al verse
engañado por los Reyes Magos que habían prometido proporcionarle el lugar
exacto del nacimiento de Jesús, dio la orden de ejecutar a los niños nacidos en
Belén que eran menores de dos años.
No hay
evidencias arqueológicas de esta historia, pero Herodes, que vivió en los años
74 al 4 antes de Cristo era odiado por los habitantes de la región, que lo
consideraban una marioneta de Roma. Rebeldes judíos, 70 años después de la
muerte del rey Herodes, destruyeron su mausoleo que se encontraba al pie de un
monte, a unos 700 metros al sur de Jerusalén.
Durante mucho
tiempo, los investigadores creyeron que la tumba de Herodes se encontraba en el
cementerio de los reyes. Pero, según “Geo”, el sarcófago, antiguamente cargado
de ornamentos, fue hallado mucho más arriba, en la falda del monte.
El
equipo del científico Ehud Netzer, de la Universidad Hebrea, no encontró
ninguna de las preciosas ofrendas que acompañaron al rey en su última morada, y
que describió el historiador judeo-romano Flavius Josephus. Tampoco se hallaron
restos del esqueleto del rey.