lunes, 25 de febrero de 2013

Ayude a su adolescente a decir ¡NO! a la presión sexual



Qué razones dar a los jóvenes para que se abstengan de las relaciones premaritales?
Al ser este un mandamiento Divino, Dios nos ha dado numerosas razones para obedecer sus mandamientos.

¿Por qué esperar?

Tenemos ocho buenas razones para que tú como adolescente o joven esperes, cuatro te traerán beneficios y las otras cuatro consecuencias.

Beneficios

1. El esperar favorece una relación personal, más que física.
    Todos deseamos una relación de amor íntimo, y el sexo es la expresión física de esa relación. Pero es sólo un reflejo de intimidad, no la causa.
    Cuando el sexo está primero que una relación personal, no deja que el verdadero amor se desarrolle.

2. El esperar desarrolla el carácter.

    El sexo está diseñado para experimentarse entre dos personas casadas. Fue construido para que haya autocontrol, disciplina, sensibilidad, paciencia, compromiso, confianza y fidelidad.
    Cuando está gobernado por las anteriores cualidades, capacita a la pareja para gozar grandemente de  intimidad y unidad, paciencia, compromiso, confianza y fidelidad.
   
Cuando estos se hallan en el carácter, son el fundamento para la continuidad y la satisfacción en la relación personal y del matrimonio.

3. El esperar asegura una relación confiable.

    La confianza es fundamental para el matrimonio. Cuando un esposo o una esposa saben que el otro ha esperado, se fortalece el factor de confianza. 
b.  Si un hombre y una mujer pueden esperar hasta el matrimonio, su relación será fuerte y segura.

4.  El esperar construye una buena autoestima.

El esperar desarrolla el carácter y, mientras el adolescente o joven ve que así sucede, su auto-imagen mejora.

Consecuencias

5.  No esperar significa tener recuerdos con qué batallar.

    Una de las bellezas de nuestra mente es su capacidad para recordar. Es así que los recuerdos de experiencias sexuales pasadas vuelven a rondar como "fantasmas sexuales".
    Decenas de jóvenes cuentan cómo batallan contra el miedo de la "comparación", al relacionar el presente con el funcionamiento sexual de otras parejas del pasado.

6.  El no esperar carcome la autoestima.

La culpa y los remordimientos acompañan generalmente a las relaciones prematrimoniales. Si no se trata debidamente, devastará la autoestima de una persona joven.

7.  El no esperar significa la posibilidad de embarazo.
Un embarazo no planeado causa inmenso sufrimiento a la chica, al muchacho, a los padres y al bebé.

8.  Hay 34.000 otras razones para esperar.

Ese es el número de nuevas enfermedades por transmisión sexual que se reportan diariamente. Las consecuencias de estas enfermedades incluyen dolor físico, daños cerebrales en los recién nacidos, esterilidad y aun la muerte.

Conclusión: El contexto de lo positivo

Siempre que Dios emite un mandamiento tal como "¡Espera!", lo hace con dos motivos positivos: protegernos y proveer para nosotros. Él sabe que si el sexo va a ser importante, deberá ser experimentado dentro de cierto contexto (el matrimonio). Sus leyes, restricciones y mandamientos establecen los beneficios, y es la guía que define amor, relación y matrimonio en su máxima expresión. Es liberador y además alentador saber que la motivación de Dios para prohibir algunas cosas es protegernos de influencias destructivas y proveernos de todo lo que necesitamos tanto física, emocional y espiritual, con el propósito  que seamos felices.

El rey David es un ejemplo de cómo el violar los mandamientos morales de Dios trae dolor al corazón. Después que David cometió adulterio, Dios dijo: "Yo te ungí por rey sobre Israel, y te libré de mano de Saúl, y te di la casa de tu señor, y las mujeres de tu señor en tu seno; además te di la casa de Israel y de Judá; y si esto fuera poco, te habría añadido mucho más" (2 Sam. 12:7-8) Sin embargo David "estimó de poco valor" la provisión de Dios y trató de satisfacer sus necesidades a su manera. Esto resultó en muerte, violación, conspiración y disturbio.

En el Salmo 37:4-5 David expresó cómo aprendió luego a confiar en un amante Dios que estaba deseoso de proveerle todo lo necesario para  suplir sus necesidades y protegerlo del mal.

Tanto como sea posible, el joven y adolescente debe entender las razones que están detrás de las restricciones que se ponen sobre él. Tiene que saber que lo que queremos es lo mejor para él. Los límites, que provienen de un amante Dios, son para protegerlo y proveer para su bienestar y su felicidad.

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