Las consecuencias del calentamiento global son inminentes. La concentración
de los gases de efecto invernadero ha registrado un aumento de la temperatura
de la atmósfera en los últimos doscientos años, desde la Revolución Industrial.
La quema de combustibles
fósiles, la deforestación y el crecimiento desmedido de la población han
contribuido directamente al calentamiento del planeta. El aumento de la
población ha incidido en una mayor demanda de recursos de la tierra y del agua.
Los árboles, que absorben gran parte de las emanaciones de carbono, son
eliminados sistemáticamente por causa de la tala indiscriminada de los bosques
para satisfacer las demandas de la tecnología.
Las plantas industriales a
base de carbón para generar energía, arrojan a la atmósfera 2.500 millones de
toneladas de dióxido de carbono al año; sólo la industria del automóvil genera
1.500 millones de toneladas de dióxido de carbono. Las consecuencias por el calentamiento
progresivo de la tierra generan el efecto invernadero: los rayos del sol
atrapados en la atmósfera elevan las temperaturas que generan sequías,
incendios y escasez de agua. Por otra parte, crean grandes inundaciones,
huracanes, el deshielo de los polos y el consecuente aumento del nivel del mar;
con la amenaza de barrer ciudades como Miami, San Francisco, Calcuta,
Bangladesh y Venecia.
El clima en nuestro
planeta se sitúa cerca de un punto de no retorno y la década actual puede ser
decisiva para su destino, afirmaron en Londres los científicos de la
conferencia “Planeta bajo presión”.
“Estamos al borde de
grandes cambios”, dijo Will Steffen, director de la Universidad Nacional de
Australia, sobre el cambio climático. “Si no conseguimos mantener el aumento de
temperatura en el nivel de dos grados, vamos a cruzar el umbral más allá del
cual el sistema estará en un estado más caliente”.
El énfasis principal se
puso sobre el impacto del cambio climático, si se mantienen los índices y
dinámica actuales.
Las estimaciones preliminares indican que si las emisiones de gases de
efecto invernadero siguen en los niveles actuales, para el año 2100 la
temperatura media se elevará en 6 grados centígrados.
Y es probable que la “respuesta” de nuestro planeta no sea lineal, sino
catastrófica, por lo que volver a las condiciones actuales, simplemente
reduciendo la concentración de gases de efecto invernadero, no se logrará. Los
cambios catastróficos pueden ser causados por dos factores: el derretimiento de
los glaciares y la desaparición de los bosques tropicales.
Los glaciares están frenando el ritmo de calentamiento del planeta, pero su
número disminuye rápidamente: a unos 200 kilómetros cúbicos anules. Como
medidas necesarias los científicos proponen el rechazo de plantas de energía y
la introducción de tecnologías que capturen el dióxido de carbono en la Tierra.
Los hombres tenemos sobre
la tierra todo el dominio que nos fue concedido, sin embargo nos hemos
convertido en consumistas depredadores de la naturaleza. Aunque todavía se puede hacer algo por salvar
nuestro planeta de esta catástrofe, disminuyendo nuestros hábitos de consumo,
utilizando focos de bajo consumo, apagando completamente los electrodomésticos
cuando no están en uso porque la electricidad que usamos viene de combustibles
fósiles, usando automóviles eficientes, o la bicicleta, reduciendo nuestra
basura, reciclando papel, cartón, vidrio y consumiendo productos ecológicos,
entre otras, son medidas que pueden ayudar a frenar poco a poco, el
calentamiento progresivo de la Tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario